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  • Writer's pictureIngenieríaBiomédica

Una retina biónica permite curar la ceguera


La empresa israelí Nano Retina con la colaboración de científicos europeos y estadounidenses ha diseñado un implante electrónico que se coloca sobre la retina de una persona y que permite reemplazar la labor de su retina. Éste implante está pensado para casos de ceguera ocasionados por trastornos en la retina, trastornos que son responsables de unos 6 millones de casos de ceguera sólo en el mundo occidental. Algunos ejemplos de patologías que pueden provocar este trastorno son la retinosis pigmentaria o la degeneración macular asociada a la edad.

Este dispositivo, denominado Bio-Retina, cuenta con un pequeño array de sensores de luminosidad que está diseñado para sustituir a los fotorreceptores dañados de nuestra retina. Estos fotorreceptores artificiales serán los encargados de recoger la luz que entra al ojo y transformarla en impulsos eléctricos. El implante está a su vez conectado con las neuronas que transmiten el impulso eléctrico generado por una retina sana al nervio óptico y al cerebro. Por tanto, el propio implante transmite el impulso eléctrico que en condiciones normales habría generado nuestra retina y nuestro cerebro lo interpreta como información visual normal.

El implante sólo permite ver en blanco y negro ya que en estos momentos sólo hace la función de los bastones de la retina, esto es, de las células que nos permiten ver en blanco y negro. El implante para funcionar necesita energía eléctrica, pero se recarga empleando un láser emitido por unas gafas especiales. Este láser atraviesa nuestra pupila y va proporcionando energía eléctrica a Bio-Retina. Esto permite que el implante sea permanente y no haga falta cirugías posteriores para "poner unas pilas nuevas" en el implante como, por ejemplo, sucede con los marcapasos que requieren intervenciones periódicas para reemplazar sus pilas.

Este dispositivo ya ha sido probado con éxito en cerdos y se prevé que en 2015 habrá prototipos humanos que tendrá un costo de unos €1500.

Recientemente hemos cubierto en este blog un dispositivo con un fin similar: el ojo biónico Argus II Retinal Prosthesis, de una empresa americana. Este ojo biónico ya está actualmente en comercialización para su uso en pacientes en Estados Unidos. Sin embargo, tienen la desventaja respecto a Bio-Retina de ser más engorroso por requerir unas gafas con una videocámara incorporadas, así como una unidad de procesado de video externo. Además, el efecto final del Argus II Retinal Prosthesis es una visión más pobre que la proporcionada por Bio-Retina, permitiendo una visión en "una resolución más baja" que proporciona un grado menor de autonomía al paciente.

Bio-Retina es un buen ejemplo del espectacular avance que puede presentar el campo de la Ingeniería Biomédica. En tan sólo unos pocos años vamos a pasar de un ojo biónico "de baja resolución" y relativamente engorroso a un pequeño implante dentro de nuestro ojo que nos permite ver casi también como nuestro ojo original, sólo que en blanco y negro. Y seguramente no vamos a tener que esperar demasiado por la visión biónica en color.

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