Un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern ha desarrollado un sensor que puede monitorizar los órganos trasplantados en busca de signos de rechazo. El sensor es delgado y flexible y se implanta en el paciente durante el procedimiento de trasplante. Mide la temperatura con gran sensibilidad, detectando pequeños aumentos de la temperatura del órgano durante la inflamación asociada al rechazo precoz. El sensor utiliza la conectividad inalámbrica Bluetooth para alertar a los médicos.
En pruebas realizadas con roedores con trasplantes de riñón, el dispositivo indicó el rechazo inminente del riñón hasta tres semanas antes de que aumentaran los niveles de creatinina y nitrógeno ureico en sangre. Esto sugiere que el sistema podría actuar como un sistema de alerta temprana muy sensible para el rechazo de órganos.
Este nuevo sensor tiene el potencial de revolucionar el seguimiento de los órganos trasplantados. Al proporcionar una monitorización continua y no invasiva, el sensor podría ayudar a los médicos a detectar el rechazo de órganos de forma más precoz y a intervenir antes, lo que podría mejorar los resultados de los pacientes. Bajo estas líneas tenéis un video que resume este avance: