Leemos en el The New England Journal of Medicine que un grupo de investigadores e ingenieros del Rehabilitation Institute of Chicago han desarrollado la primera pierna biónica que puede ser controlada con la mente. Es decir, la primera pierna prostética que se comporta como una auténtica extremidad artificial, de forma similar a como lo haría una pierna de carne y hueso, en lugar de ser un mero apéndice de movilidad limitada.
Aunque recientemente la DARPA estadounidense había desarrollado un brazo prostético con las mismas características, ésta es la primera vez que se consigue crear una pierna de este tipo. Puede parecer que de desarrollar un brazo a una pierna no habría mucha diferencia, pero no es así. Como indican los propios investigadores a la cadena NBC, un pequeño error o inexactitud a la hora de mover la pierna haría a su dueño caer al suelo, mientas que con un brazo este tipo de pequeños errores son aceptables.
Pero, afortunadamente, la pierna biónica funciona a la perfección. Zac Vawter, el primer usuario de esta prótesis, ha conseguido subir andando los 103 pisos de la torre Willis de Chicago sin problemas. Y subir escaleras es una de las tareas más complejas a las que se puede someter una pierna biónica.
La tecnología que hace posible la creación de una pierna como ésta es la siguiente: los investigadores reconectan los nervios de los músculos dañados del paciente a fibras sanas, de tal forma que pueda colocarse un sensor cerca de éstas y así leer la información enviada por el cerebro. Estos sensores son, a su vez, conectados a la pierna prostética, que interpreta utilizando un microprocesador la información recibida y la traduce en movimientos.
Los investigadores del Rehabilitation Institute of Chicago creen que podrán tener listos los primeros modelos para consumo de sus piernas en 5 años y, aunque el precio inicialmente sería alto (entre 20.000$ y 120.000$), es de esperar que baje según avance el tiempo.
Como es habitual en las investigaciones sobre prótesis, el trabajo ha sido financiado en su mayor parte por el ejército de los EEUU, dado que una gran cantidad de las víctimas de amputaciones son soldados que han perdido una extremidad, ya sea en combate o accidentes.