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Crean un útero artificial para el tratamiento de bebés prematuros


Un grupo de científicos del hospital infantil de Filadelfia acaba de terminar los primeros estudios de este dispositivo llevados a cabo con corderos. Los corderos en cuestión tenían entre 105 y 120 días de gestación, lo que equivale aproximadamente a un bebé humano a las 22-24 semanas de gestación. En la actualidad aproximadamente la mitad de los bebés que nacen tan prematuramente terminan falleciendo debido a que sus órganos, especialmente su pulmón, no están suficientemente desarrollados. Y a menudo los que sobreviven tienen secuelas que duran por el resto de su vida.


El útero artificial está formado por una bolsa de un plástico transparente que se rellena con líquido amniótico artificial. El feto está sumergido en este líquido amniótico, y al igual que sucede dentro del útero de la madre, está respirando y tragando ese líquido. Este proceso forma parte del aprendizaje para tragar, y del desarrollo de los pulmones. Existe un mecanismo de circulación de este líquido amniótico artificial que lo va renovando.

Otro componente fundamental del sistema es el mecanismo que extrae la sangre baja en oxígeno, la reoxigena y la devuelve al cuerpo del feto. Este mecanismo no emplea ningún tipo de bomba que mueve la sangre, sino que se basa en un conjunto de tubos y una cámara de baja resistencia al flujo de líquido donde se produce la oxigenación. Es el corazón del propio feto el que es el responsable de la circulación de la sangre. Esto es un punto importante, ya que la existencia de algún tipo de mecanismo de bombeo externo puede fácilmente dañar el corazón del feto.


Los corderos involucrados en el estudio se desarrollaron en este útero artificial durante un mes, y tras su "nacimiento" estuvieron en una incubadora neonatal similar a la que se emplea para todos los bebés prematuros. El desarrollo posterior de los corderos fue similar al de los corderos que habían nacido tras un periodo de gestación normal.

Los investigadores tras este avance todavía continuarán haciendo experimentos con fetos de animales durante dos años más para recopilar más datos. De seguir siendo positivos los datos, en aproximadamente tres años comenzarán los primeros test en seres humanos. Os dejamos un vídeo reportaje sobre este dispositivo bajo estas líneas:


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