Científicos de la Federal Polytechnic School en Suiza han desarrollado un robot blando similar a un pulpo, que puede desplegarse dentro del cráneo sobre el cerebro. Según los investigadores, este dispositivo podría dar soporte a métodos mínimamente invasivos para investigar el cerebro e implantar interfaces cerebro-computadora. Para analizar el cerebro después de lesiones traumáticas, tratar trastornos como las convulsiones y para implantar interfaces cerebro-computadora, los científicos a veces colocan rejillas de electrodos en la superficie del cerebro. Estas rejillas de electrocorticografía pueden capturar registros de señales cerebrales de mayor calidad que los datos de electroencefalografía obtenidos por electrodos en el cuero cabelludo, pero también son menos invasivas que las sondas insertadas en el cerebro. Sin embargo, colocar rejillas de electrocorticografía en el cerebro generalmente implica crear aberturas en el cráneo de hasta 100 centímetros cuadrados. Esto podría evitarse con este robot blando.
En experimentos con un cerdo, mostraron que el dispositivo podía desplegarse como un barco en una botella para desplegar una rejilla de electrocorticografía de 4 centímetros de ancho, todo ello en un espacio de aproximadamente 1 milímetro de ancho. Los investigadores crearon la matriz evaporando electrodos flexibles de oro con menos de 400 micrómetros de grosor sobre un caucho de silicona flexible. La matriz tenía seis brazos en espiral que maximizaban la superficie de la matriz y, por lo tanto, el número de electrodos en contacto con el cerebro. Después doblaron la matriz dentro de un tubo cilíndrico que luego se insertó a través de un agujero en el cráneo. Cuando los investigadores estimularon eléctricamente el hocico del cerdo, la matriz capturó con éxito la actividad cerebral relacionada con las sensaciones.
Os dejamos a continuación un video donde los dos investigadores principales de este trabajo nos cuentan cómo han cconstruido este dispositivo: