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Matemáticas contra el Cáncer


Una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Harvard con modelos matemáticos ha revelado un plan de ataque alternativo -y potencialmente más eficiente- contra el cáncer. Los científicos demostraron matemáticamente que la combinación de dos fármacos aplicados en una 'terapia dirigida' (un enfoque de tratamiento diseñado para interrumpir la capacidad del cáncer para crecer y expandirse) podrían curar eficazmente casi todos los tipos de cáncer.

Este se debe a que si el paciente presenta un único punto de mutación en su genoma que puede dar lugar a resistencia a los dos fármacos empleados al mismo tiempo, entonces no hay posibilidad de cura. Por esa razón, para tratar la enfermedad habría que tener combinaciones de medicamentos tales que no se produzca superposición alguna entre ambos fármacos. Otra cuestión importante, es que las matemáticas muestran que para que la combinación de los medicamentos funcione, éstos deben suministrarse simultáneamente, una idea que va en contra de la forma en que muchos especialistas trataban el cáncer hasta hoy. Los científicos aseguran que el modelo matemático creado demuestra que si no se dan los medicamentos al mismo tiempo, el fracaso del tratamiento puede estar garantizado.

Para determinar si una combinación de dos medicamentos funcionaría, los investigadores recurrieron a un amplio conjunto de datos médicos que mostraban cómo respondían los pacientes a terapias de un solo fármaco. Con ellos, crearon modelos informáticos sobre el funcionamiento de tratamientos multi-fármacos. Además, usando los modelos, trataron a una serie de 'pacientes virtuales' para determinar cómo la enfermedad reaccionaría a una multiterapia química. Se sabe que, para un solo fármaco, hay entre 10 y 100 puntos del genoma que, si mutan, pueden generar resistencia. Así que el primer parámetro que utilizaron al realizar los cálculos fue que el primer medicamento pudiera ser neutralizado por posibles mutaciones. Y que el segundo fármaco también pudiera serlo, por entre 10 y 100 mutaciones. Si cualquiera de estas mutaciones fueran las mismas para ambos fármacos, una sola mutación podría eliminar la eficacia de los dos medicamentos. Esto supone que hay que desarrollar fármacos que obliguen al cáncer a dar dos pasos independientes (de resistencia). Si esto se consigue existiría una gran probabilidad de contener la enfermedad. El truco radica en desarrollar esos medicamentos no vulnerables a la misma mutación. Ello requeriría que cada tratamiento se adapte al paciente, esto es, que tenga en cuenta la composición genética del cáncer de cada enfermo. Más detalles sobre el estudio pueden encontrarse en el artículo publicado en la revista eLife


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