Un grupo de investigadores italianos ha testeado en tres cerdos una forma bastante original para proporcionar insulina a un paciente diabético. Implantaron en el abdomen de los animales un dispositivo electrónico que contenía una reserva de insulina y la liberaba según hacía falta para controlar el nivel de glucosa. Obviamente, en algún momento el depósito de insulina se terminará acabando, y en principio haría falta una nueva cirugía para rellenar el depósito.
La principal innovación del sistema es el uso de cápsulas magnéticas que ingieren los animales para reabastecer el depósito de insulina. Estas cápsulas contienen la insulina. Cuando llegan a una sección del intestino delgado donde está instalado el dispositivo, empleando magnetismo se orientan en la posición adecuada y se alinean con el dispositivo. Empleando una aguja, perforan la pared del intestino delgado, y reabastecen el tanque del dispositivo. Cuando la cápsula se vacía, se desprende nuevamente, y termina siendo expulsada por el aparato digestivo.
Se trata todavía de un dispositivo en una etapa muy preliminar, pero los investigadores creen que podría ser útil para personas con diabetes tipo 1, que tienen que inyectarse insulina múltiples veces a lo largo del día.
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