Las interfaces cerebro-computadora, o BCI, están teniendo un auge importante: grandes empresas tecnológicas han invertido en el desarrollo de esta tecnología, diseñada para conectar el cerebro con la maquinaria digital, y han adquirido startups de neurotecnología basadas en EEG en los últimos años. Buena prueba de ello son empresas como Neurotech, Neuralink y Synchron, que están desarrollando sistemas BCI implantados quirúrgicamente.
El investigador Ildar Rakhmatulin de la Universidad de Heriot-Watt ha creado una placa de adquisición EEG de bajo costo llamada PiEEG que se puede conectar a una Raspberry Pi para crear una plataforma de desarrollo de interfaces cerebro-computadora (BCI). Rakhmatulin trabajó en el proyecto después de no encontrar dispositivos asequibles para experimentar con métodos de aprendizaje automático en sistemas BCI. Aunque la plataforma es de código abierto, los compradores la querían prefabricada, lo que llevó a Rakhmatulin a vender la placa directamente en la plataforma de crowdfunding Crowd Supply. El PiEEG se enviará en noviembre de 2023 y está disponible por $250 en el sitio web de Crowd Supply.
Las interfaces cerebro-computadora (BCI) tienen el potencial de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades físicas o cognitivas al permitirles controlar dispositivos electrónicos con su pensamiento. Pueden ser utilizadas para controlar prótesis, sillas de ruedas motorizadas, sistemas de comunicación, y otros dispositivos, lo que les da a las personas con discapacidad un mayor grado de independencia y libertad. Por ello es una excelente noticia la disponibilidad de un dispositivo de bajo coste para hacer investigación en el campo.