Un grupo de la Universidad de Arkansas ha demostrado en un estudio llevado a cabo con 28 pacientes como mediante un láser eran capaces de identificar y eliminar células cancerígenas en la sangre. Cuando un cáncer hace metástasis y se extiende a otras partes del cuerpo lo hace a través del torrente sanguíneo. Las células cancerígenas en el torrente sanguíneo absorben más energía del láser que las células no cancerígenas. Esto hace que se calienten, y se expandan.
Esta expansión térmica produce unas ondas que pueden ser registradas mediante un dispositivo de ultrasonidos colocado sobre la piel del paciente. De este modo es posible detectar el paso de estas células. Mediante el mismo láser, es posible incrementar la temperatura de estas células hasta que crean burbujas de vapor dentro de ellas, llegándolas a destruir mecánicamente.
En el estudio que llevaron a cabo con 28 pacientes, esta técnica identificó correctamente las células cancerígenas en el torrente sanguíneo de 27 de ellos. Podéis encontrar el estudio completo en este enlace.