El seguimiento de la terapia por parte de los pacientes, o la disciplina a la hora de tomar algún tipo de medición para el seguimiento de una patología, son un problema habitual en el campo médico. A menudo el paciente se olvida de realizar algún tipo de acción terapéutica, como por ejemplo tomar una pastilla o realizar una medición de la presión arterial.
Es por ello que un grupo de científicos del Rochester Institute of Technology en Nueva York han desarrollado un inodoro que es capaz de monitorizar múltiples parámetros fisiológicos de la persona que se sienta sobre él con una precisión equivalente a la instrumentación que habitualmente encontramos en una Unidad de cuidados intensivos. De este modo, a través de una acción que habitualmente realizamos de modo diario y que tenemos integrada en nuestra rutina, se puede obtener un registro de parámetros fisiológicos del paciente.
Como se puede ver en la imagen, la tapa del inodoro tiene integrados sensores de electrocardiograma, pletismograma (que permite medir la concentración de oxígeno en sangre) y balistocardiograma (que mide los movimientos que los latidos del corazón causan sobre nuestro cuerpo). El inodoro además está conectado con la "nube" siendo capaz de enviar los datos del paciente a un servidor remoto para que sean analizados allí o visualizados por un médico.
Los investigadores que están detrás de este dispositivo han creado una compañía con el objetivo de comenzar a comercializar este dispositivo.