El robot cirujano Da Vinci es el único robot comercial existente en la actualidad que se emplea de modo bastante rutinario en cirugías. En la actualidad existen algo más de 3000 de estos robots en hospitales en todo el mundo, estando la gran mayoría de ellos en Estados Unidos y aproximadamente unos 500 en Europa.
Una de las grandes ventajas de este robot es la posibilidad de realizar cirugías dentro del cuerpo del paciente (especialmente el abdomen) de un modo mínimamente invasivo. En vez de tener que hacer cirugías que potencialmente requerirían un corte significativo en el abdomen que permitiese que las manos del cirujano operasen dentro de éste, es posible practicar unos pequeños agujeros en ciertas posiciones del abdomen por los cuales se introducen los diminutos brazos robóticos y una videocámara del robot, permitiendo operar de un modo mucho menos invasivo. Además de las consecuencias estéticas (la cirugía dejará muchas menos cicatrices) el postoperatorio es más corto ya que la operación es mucho menos invasiva.
A modo de ejemplo, os mostramos aquí una imagen con el corte típico que hay que realizar en el abdomen de una mujer para practicar una histerectomía por un método tradicional (derecha), y los cinco pequeños agujeros que necesita el robot Da Vinci (izquierda).
Este robot no es ninguna novedad; se comenzó a comercializar en el año 2000 y se estima que en todo el mundo sólo en el año 2012 se condujeron aproximadamente unas 200,000 operaciones empleándolo. La novedad es la nueva capacidad que tiene para coser cicatrices con una increíble precisión, una nueva funcionalidad del robot.
Os dejamos aquí un video donde se muestra como el robot cose de vuelta un pedazo de piel sobre una uva. Y esperad al final del video para ver dónde está la uva :). Éso es un ejemplo claro de cómo el robot permite trabajar dentro del cuerpo de una persona a través de pequeñas cavidades.