En una conferencia en China científicos del MIT han presentado su dispositivo Vital-Radio, un router Wi-Fi modificado que es capaz de medir de modo inalámbrico la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria de varias personas que se encuentren en una misma habitación. El principio de funcionamiento es similar al radar que emplean los murciélagos o al que emplea la policía para identificar coches que violan los límites de velocidad.
Las ondas Wi-Fi emitidas por el router rebotan en el cuerpo de las personas y vuelven al router. Dependiendo de la posición de la persona en la habitación, esas ondas van a llegar en momentos diferentes. Estas ondas se van a ver afectadas además por los movimientos del pecho de la persona (la respiración) y es posible en ellas distinguir estos movimientos y por tanto medir la frecuencia respiratoria. Del mismo modo, las ondas que reboten en el cuello de la persona, una parte del cuerpo donde el pulso cardíaco es bastante fuerte, van a llegar de vuelta al router Wi-Fi con alteraciones debido a los latidos cardiacos, información a partir de la cual son capaces de extraer la frecuencia cardiaca de la persona.
Este avance abre las puertas a monitorizar pacientes de un modo inalámbrico. En un futuro podría ser posible que en un hospital en vez de necesitar conectar cables al paciente para poder medir su frecuencia cardiaca o ritmo respiratorio se pueda hacer de un modo no inalámbrico, resultando más cómodo para el paciente. Este avance también abre las puertas a monitorizar frecuencia respiratoria y ritmo cardíaco en entornos donde antes no se planteaba, como por ejemplo en el puesto de trabajo. Esto podría permitir controlar niveles de estrés y estados emocionales de los trabajadores.