Un grupo de investigadores liderados por Javier Hernández han demostrado como empleando los sensores disponibles en Google Glass es posible extraer información sobre la actividad cardíaca y respiratoria de la persona que lleva las gafas, abriendo la puerta a emplear este dispositivo de Google, o incluso simplemente terminales móviles, para aplicaciones de “Quantify Self”.
Google Glass tiene un conjunto de sensores muy parecidos a los que están presentes en cualquier terminal móvil moderno: acelerómetro, giroscopio, magnetómetro, videocámara y micrófono, entre otros. El acelerómetro y el giroscopio permiten proporcionar información acerca de movimiento tanto del dispositivo como de la persona. Son los sensores que, entre otras cosas, emplea nuestro teléfono móvil para rotar la pantalla cuando cambiamos su posición.
Lo que este conjunto de investigadores ha hecho es emplear información del giroscopio y del acelerómetro para saber cuál es la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria de una persona. Cada vez que late nuestro corazón sangre es "disparada" por nuestras venas desde el corazón. Este "disparo" genera un conjunto de fuerzas dentro de nuestro cuerpo. Si nos pusiesemos encima de una báscula muy precisa y estuviésemos completamente quietos, la báscula no pararía de oscilar siguiendo los latidos de nuestro corazón, que hacen que la sangre salga disparada hacia arriba unas 60 veces por minuto. Al registro de esta actividad mecánica del corazón se le llama balistocardiograma. Del mismo modo, al mover nuestro diafragma para inspirar y expirar se producen movimientos mecánicos en nuestro cuerpo que pueden ser detectados por este tipo de sensores.
Los autores de este trabajo lo que han conseguido es emplear estos sensores para de un modo bastante preciso identificar el momento del latido cardíaco, y por tanto la frecuencia cardíaca, así como las inspiraciones y expiraciones, y por tanto la frecuencia respiratoria. También han experimentado con emplear la videocámara para identificar los latidos cardiacos, ya que cada latido cardíaco al producir ciertos movimientos dentro de nuestro cuerpo va a producir oscilaciones en la posición de la videocámara que van a afectar a la imagen que registra.
Sería interesante intentar replicar estos resultados empleando un teléfono móvil normal, ya que esto abriría las puertas a registrar actividad cardíaca y respiratoria con un teléfono móvil normal sin necesidad de contar con ningún hardware específico, lo que resultaría muy interesante para el desarrollo de tecnologías tipo “Quantify Self”.