El ejército de los Estados Unidos ha aprobado un proyecto con un presupuesto de 70 millones de dólares, financiados por la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), el mismo organismo responsable de la investigación que condujo a la creación de Internet, para desarrollar dispositivos electrónicos implantables orientados a producir una estimulación profunda del cerebro.
Estos dispositivos electrónicos emplearán electrodos para estimular distintas partes del cerebro con el objetivo de tratar distintos desórdenes en el paciente como depresión, ansiedad y adicción. Incluso creen que podrán emplearse para recuperar memorias perdidas. En la actualidad el tratamiento de este tipo de trastornos psicológicos en pacientes, tan sólo en Estados Unidos, tiene un coste de 42,000 millones de dólares cada año.
El objetivo que tiene en mente el ejército de Estados Unidos es tratar a pacientes que tengan trastorno de estrés postraumático, un desorden mental bastante común en los soldados que han estado expuestos a combate cuando vuelven a su vida cotidiana.