La empresa española Quality Objects ha construido unas gafas de realidad auditiva aumentada que cuentan con dos sensores en los extremos superiores de cada una de las dos lentes. Estos sensores emiten pulsos de sonidos de distinta frecuencia, de un modo similar a como funciona el sonar de los murciélagos. Estos pulsos son recogidos de vuelta por las propias gafas, y transformados en señales auditivas para el invidente que las lleva. Todo esto se complementa con un terminal móvil Android que actúa como "cerebro" de las gafas, controlando su funcionamiento y realizando la traducción de la información que recopilan los sensores a señales auditivas.
El resultado final son unas gafas con nombre "Retriever", que tendrán un bajo coste (su precio será inferior a 200 euros cuando comiencen a comercializarse en mayo de 2014) que permite a un invidente realizar tareas como cruzar puertas, subir y bajar escaleras, evitar golpes en la cabeza con ramas de árboles o salientes, o esquivar mobiliario urbano como señales de tráfico o carteles de publicidad. Todo ello, sin la ayuda de su tradicional bastón o perro guía.
Según César Carralero Palma, director de Quality Objects, "Retriever posibilita generar una imagen sonora tridimensional de nuestro entorno utilizando unos sensores similares a los de aparcamiento que tienen algunos coches. Además, el giróscopo, la brújula y el detector de GPS permiten al usuario moverse por el espacio de una forma segura, tal y como lo hacen los murciélagos en la oscuridad".
Estas gafas requerirán un proceso de aprendizaje por parte de la persona con limitaciones visuales para comprender su funcionamiento y saber interpretar las señales auditivas que genera. Las gafas también están dotadas de un botón de pánico que enviará una señal de emergencia cuando sea activado por el usuario, enviando a los servicios de salud información sobre la posición del usuario. Inicialmente, sólo podrán usarse conjuntamente con terminales móviles basados en Android, aunque más tarde soportarán también iPhone.
Estas gafas son un claro ejemplo de cómo los ingenieros biomédicos pueden emplear la tecnología, electrónica e informática en este caso, para impactar positivamente en la sociedad.