Muchas veces nos perdemos en nuestros propios pensamientos, imaginando que hacemos algo, cuando en realidad nos encontramos quietos, tranquilamente tumbados en el sofá de nuestra casa.
Este tipo de "actividad", que en principio no parece más que una pérdida de tiempo, puede ser útil a la hora de evitar el deterioro cognitivo. Al fin y al cabo, cuando imaginamos estamos ejercitando nuestro cerebro, entrenándolo y poniéndolo a trabajar.
Partiendo de esta idea, un grupo de investigadores de la Universidad de Valladolid y del grupo de Bioingeniería del CSIC han desarrollado un sistema que sirve para retrasar el anteriormente nombrado deterioro en personas mayores, permitiéndoles mantener sus facultades durante más tiempo y aumentando su agilidad mental.
El sistema propuesto consta de dos partes. Una de ellas es un ordenador de sobremesa típico, como el que tenemos todos en casa, en el que se muestran una serie de objetos en 3D en un espacio virtual. La otra parte es un conjunto de sensores que se colocan en la cabeza del paciente, capaces de registrar su actividad cerebral.
Al ver estos objetos en 3D, el paciente debe imaginar que los mueve de un lado a otro, sin mover en realidad ninguna parte de su cuerpo. El efecto que tiene la imaginación de dicho movimiento en la actividad cerebral es recogido por los sensores, que envían esta información al ordenador. Finalmente, la aplicación modificará la posición de los objetos en función de la actividad captada.
Para comprobar si su tesis era correcta, los investigadores pusieron a prueba el sistema con 31 pacientes de más de 60 años, mientras que mantenían un grupo de control de otros 32 pacientes. Los resultados fueron esperanzadores: los que usaban el sistema para "entrenar" su cerebro percibieron una clara mejora en pruebas relacionadas con aspectos como la percepción visual, la memoria y la expresividad, entre otros.
Así que la próxima vez que se te pase el tiempo volando perdido en tus ensoñaciones, al menos consuélate pensando en que estás ejercitando tu mente.