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Joven español gana el premio "Best Medical Project" de los GLOBAL FAB AWARDS 2015 por una


En este blog hemos cubierto en varias ocasiones lo inadecuada que es la tecnología biomédica desarrollada para países del primer mundo cuando se lleva a países del tercer mundo. Por ejemplo, el 70% del instrumental médico donado a los países del tercer mundo no está en uso porque en esos países no hay la tecnología o el conocimiento para ponerlo en marcha y/o para repararlo, y el 30% del material donado tan siquiera se llega a poner en marcha. A aquellos que os se interese saber más de este tema os recomendamos ver este video.


Alejandro Escario, Ingeniero Informático e Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid, ha construido dentro de un programa de formación en fabricación digital una incubadora "low cost" orientada a países del tercer mundo. Las incubadoras para bebés pueden jugar un papel muy importante a la hora de salvar la vida a niños prematuros. Las incubadoras que típicamente se emplean en los países desarrollados tienen precios que están entre los 6000 y los 60,000 dólares. Además del precio prohibitivo, son sofisticadas y complejas de reparar. En ocasiones cuando hospitales del tercer mundo reciben como donación una de estas incubadoras ni siquiera son capaces de ponerla a funcionar. Y típicamente cuando se estropea algo en la incubadora no tienen tecnología o el dinero para repararla.

La incubadora construida por Alejandro tiene un coste de unos $300 y es suficientemente sencilla para qué pueda repararse en un país del tercer mundo. Al margen de los componentes estructurales, la incubadora tiene un sistema de control de temperatura para el cual emplea un par de ventiladores de fuente de alimentación de PC (algo fácil de conseguir en los países del tercer mundo, que suelen tener bastante basura electrónica de los países desarrollados) y una célula Peltier. Las células Peltier pueden producir calor o frío dependiendo de la dirección de la corriente que se haga circular por ellas; empleando esta célula puede controlarse la temperatura dentro de la incubadora.


Alejandro ha construido esta incubadora dentro de un programa de formación en fabricación digital impartido conjuntamente por la Universidad CEU San Pablo y por el Center for Bits and Atoms del Massachusetts Institute of Technology (MIT). El MIT ha concedido al proyecto el premio "Best Medical Project" de los GLOBAL FAB AWARDS 2015.

El próximo 15 septiembre la incubadora será enviada hasta la Maternidad de Nikki, en el país africano de Benin, para probar este primer prototipo en situaciones reales de funcionamiento. A partir de esta primera experiencia piloto Alejandro espera ganar más experiencia y ser capaz de mejorar la incubadora. Os dejamos aquí un video hablando sobre este proyecto:


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